Muelle fue el primer garfitero de Madrid, una leyenda para todo el que pertenezca al mundillo del grafiti, que desafió a las autoridades atreviéndose a plasmar su inconfundible firma registrada incluso en la estatua del Oso y el Madroño. Y Spirit lo conoció. Por eso, el protagonista de esta novela le admira, y quiere ser de su panda. Aunque no pinte bien. Aunque a la chica que le gusta no le interesen los grafiti. Aunque al final la rivalidad entre pandas lo ensucie todo.