Tras la carta de presentación que supuso Yeruldelgger. Muertos en la estepa, Ian Manook regresa a Mongolia y a su carismático comisario. País de fuertes contrastes, donde las tradiciones ancestrales y la espiritualidad conviven con la mafia y el crimen organizado, Mongolia vuelve a ser protagonista de esta vibrante novela que, con personajes de marcado carácter y escenarios sobrecogedores, consolida a su autor como una de las voces más originales y sugerentes del noir en los últimos años.