Argumento de Y Entre la Hierba, el Miedo
Nos enfrentamos ante una obra difícil porque no resulta sencillo abordar, y mucho menos desde el punto de vista dramático, el terrorismo vasco, por cuanto teatro equivale, cuando bueno, a dialogismo, y en consecuencia a la huída de una tesis definida sin matices y de un discurso unívoco. Un deseo por colocarse en la perspectiva de la víctima, pero también en la del verdugo.1