Desde que Emmaline Dove comenzó a trabajar como secretaria para el editor más importante de la ciudad, el vizconde de Marlowe, ha intentado que éste publique sus artículos. Pero descubre que Marlowe jamás ha leído sus escritos, y decide renunciar al puesto. Con su marcha, Emma deja el negocio sumido en el caos. Se merece una lección, y Harry está dispuesto a dársela. Sin embargo, un solo beso de ella le desvela el fuego que arde tras la aparente frialdad de su secretaria.