Yo, como un drogadicto, calmaba i pasión por escribir. Habia comenzado una novela que me tenia obsorto. Los comienzos de la misma fueron arduos, pero luego, cuando entré en el meollo, apasionantes. Su argumento era cruel, duro y realista, si bien yo me cuidaba de conjugar su fondo con chispazos de humor ,e incluso atenuado los pasajes mas duros con alguna pincelada ingeniosa, basada en el principio de como todo se compensa y puede transformarse.
y así, vivir o no vivir salio ala luz