Rob Sheffield conoció a Renée Crist cuando tenía 23 años. Se enamoraron, escucharon canciones juntos, escribieron crónicas de conciertos a cuatro manos, se quisieron mucho.
Renée falleció hace unos años. Le dejó demasiados recuerdos y una caja llena de las cintas que se grabaron. Escucharlas es una forma de recordarse juntos.
Escribir estas memorias musicales es, para Rob Sheffield, una forma de no olvidar quiénes eran.