Luis, ingeniero especializado en energía eólica, está casado con Sandra, una naturista que le obliga a llevar una aburrida vida sana. Su ex mujer, Carmen, ha vuelto a casarse con su primo Óscar, al que Luis odia: además de quedarse con su mujer, le ha usurpado el puesto de trabajo que le correspondía. Los hijos pequeños de Luis le formulan preguntas que no sabe responder y Luis se hace preguntas sobre sus hijos mayores que tampoco parecen tener respuesta. Su madre lo llama sin cesar para hablarle de su salud. Debería tomarse la vida con calma, pero Luis no puede hacerlo. Tiene que resolver los conflictos de su hijo pequeño en el colegio, preocuparse de los líos de sus hijos mayores con las drogas, asumir que sigue enamorado de Carmen y aplaudir las actuaciones de un peculiar payaso que conoce gracias a sus hijos. Mientras, el viento hace girar las palas de los aerogeneradores como saetas de un reloj que descontara el tiempo que le queda de vida. La situación inicial, de un equilibrio algo inestable, acaba volviéndose una situación de desequilibrio estable llena de enredos hilarantes, sorpresas y vivencias al límite.