Se llena Jack Duluoz, trasunto Kerouac en este libro, de recuerdos de Cody Pomeray, un niño criado entre mendigos y borrachos en Denver, un adolescente que supo que lo quería empezaba en un salón de billar; se llena de los recuerdos de una vida hasta por fin acceder a él, a mantener las conversaciones pospuestas (y reflejadas en La Cinta, increíble capítulo donde son transcritas las veladas en casa de los Pomeray).
Con el reconocible swing de su prosa, el autor alcanza el grado de madurez literatura y humana en este libro, la vuelta de tuerca definitiva sobre un héroe que a veces no es más que un hombre cansado.