El debut sexual es una de esas cosas que nos cambian para siempre. Es una marca de la que no podríamos olvidarnos ni aunque quisiéramos. Y eso es lo que le pasa a Norman. Un púber que lucha contra su instinto y su testosterona para encontrar el ambiente ideal que le permita tener su primera vez con Leticia. Pero una vez que eso sucede, qué pasa con la segunda, la quinta o la decimonovena vez? ¿Es posible mantener ese amor idílico intacto? El tiempo y el destino parecen interponerse entre ellos queriendo llevarse a Leticia lejos de su lado. La historia abre el debate entre lo que se debe o se puede hacer con el amor; sobre la búsqueda y los intentos desesperados por tratar de conquistar, reconquistar y luchar porque esa sensación no desaparezca. Virgen transporta a los lectores experimentados a esos momentos de incertidumbre donde todo era nuevo y excitante. Y a los lectores sin experiencia, bueno, a ellos podría enseñarles que esa marca puede transformarse muy fácilmente en una dolorosa herida.