Año 852 a. C. Los vikingos llevan años haciéndose a la mar, y han alcanzado en su afán saqueador las costas de Inglaterra e Irlanda, donde pocos son los que pueden hacer frente al violento ataque de los fieros escandinavos. Al principio estas expediciones tenían como objeto únicamente satisfacer la sed de botín de los nórdicos, pero ahora estos han terminado por establecerse en las tierras atacadas, a pesar de encontrar una feroz resistencia en cualquier enclave al que arriban. Tal es el caso de las tierras de Irlanda. De camino a un longphort vikingo conocido como Dubh-Linn, los noruegos Thorgrim Lobo Nocturno y Ornolf el Incansable se topan con un barco irlandés que transporta un preciado objeto: una corona. Los atacantes vikingos se hacen con ella en un violento combate, ignorantes de su significado para el pueblo de Irlanda y del poder que otorga al rey que la ciña. Los noruegos se verán sumidos en una espiral de intriga y violencia en plena Irlanda medieval, donde los reyes locales luchan unos contra otros y contra los invasores del norte para hacerse con el poder. Thorgrim, acosado por sus enemigos tanto irlandeses como daneses, liderará a sus hombres, los «invasores blancos», los fin gall, en la batalla de sus vidas. «Huele a batalla, a deber, a heroísmo y a tragedia [?] Es el triunfo de la imaginación y de la buena literatura de acción y suspense». Bernard Cornwell. «Las descripciones de Nelson tienen un halo de verdad que transmite una agudeza y una claridad que incluso los habitantes de tierra firme pueden apreciar». Chicago Tribune