El establecimiento del Protectorado de España en Marruecos, en 1912, constituye el epílogo de un proceso geopolítico iniciado décadas atrás que venía a culminar el reparto de África entre las potencias europeas. La partición de Marruecos estuvo precedida de un largo período de penetración comercial, cultural y política, durante el cual se elaboró un nuevo corpus de conocimiento geográfico sobre el Magreb. Viajeros, misioneros, diplomáticos y militares participaron en la elaboración de ese conocimiento, que primero legitimó la acción imperial, y luego sirvió de soporte a la práctica colonial.
Este trabajo pone el foco sobre uno de esos agentes del imperialismo. En concreto, estudia las actividades desarrolladas en Marruecos por la Comisión de Estado Mayor creada en 1882 con el fin de reconocer y cartografiar el territorio del Imperio alauí.
El período estudiado se extiende durante las tres décadas que precedieron a la instauración del Protectorado, una etapa durante la cual los gobiernos de España y Marruecos mantuvieron relaciones diplomáticas plenas. La investigación se cierra en 1912, cuando la época de la «penetración pacífica» había tocado a su fin y había dado comienzo el ciclo de guerras coloniales que marcarían trágicamente tanto la historia de Marruecos como la de España.
Luis Urteaga . Desarrolla su actividad docente como profesor de Geografía histórica, en la Universidad de Barcelona donde se doctoró en 1983. Durante años ha centrado su investigación en la historia de la cartografía y en el pensamiento de la geografía, dando como resultado múltiples publicaciones en las más prestigiosas revistas nacionales e internacionales.