Argumento de Vietnam
Paisajes, sonidos, sabores y aromas. Vietnam deja una honda huella en todos los sentidos. Sus bellos espacios naturales incluyen, entre otros, los deltas de los ríos Rojo y Mekong, playas vírgenes y lagunas maravillosas, elevados picos escarpados o cataratas que salpican el interior del territorio. En este país se puede gozar de numerosas actividades incomparables, como degustar una deliciosa comida de exquisiteces locales en un puesto del mercado, disfrutar de una bebida de soda con zumo de limón junto a una catarata en las tierras altas del centro, o visitar una pagoda, invitados por algún monje budista, para asistir a las plegarias conducidas según el rito mahayana, con cánticos, tambores y gongs. A pesar del peso en la memoria colectiva de una larga historia repleta de guerras, el actual Vietnam es un país de paz, con una rica y muy singular civilización y una población hospitalaria, que acoge con amabilidad a la creciente afluencia de turistas occidentales que llegan a su territorio. De hecho, todo extranjero que visite Vietnam desempeña un papel clave en la transmisión del valor y del potencial de futuras relaciones internacionales, tanto de amistad como de negocio. Vietnam está cambiando: aunque el país no ha alcanzado todavía el nivel de desarrollo de la región, el capitalismo ya no está mal visto y los negocios privados han brotado por doquier incrementando el ajetreo y bullicio de Ho Chi Minh, Hanoi y otras ciudades cuyo dinamismo está reanimando la economía del país. Simultáneamente, las ciudades y pueblos de Vietnam están experimentando rápidas transformaciones en sus infraestructuras; se está anunciando el desarrollo no sólo de nuevas zonas comerciales y hospitales, sino también de nuevas actitudes.0