Vientres de alquiler llama a las cosas por su nombre para evitar que la sociedad acabe comprando ?gracias a publirreportajes pagados o testimonios edulcorados? lo que hay de verdad en un negocio patriarcal que se vale de conceptos manipulados para que sean aceptables en la moral pública y esconder la realidad que hay detrás de las palabras que estamos utilizando. ?Hablar de gestación subrogada, de padres comitentes, o de producto, no es lo mismo que hablar de vientres de alquiler, padres contratantes o niños y niñas mercantilizados. Cuidadosamente se escogen los vocablos más dulces y aceptables para que el conjunto de la sociedad vea admisible una realidad que, si describiéramos con total objetividad y sin las metáforas que nos ofrece la riqueza del lenguaje, sería simplemente insoportable para cualquier persona mínimamente empática con el resto de seres humanos que formamos la comunidad universal?, añade la autora. El libro cuenta con las aportaciones imprescindibles de voces expertas como la filósofa Alicia Miyares, la periodista y presentadora de El Intermedio Sandra Sabatés y el profesor de Humanidades de la Universidad Pompeu Fabra, Manel Ollé.