El capitán de la policía Roger Blanc se encuentra en un momento crítico de su vida: su mujer lo ha dejado, y lo han trasladado a una ciudad de provincias en la Provenza francesa después de molestar a quien no debía en sus investigaciones sobre corrupción en París. Se instala en un viejo molino de aceite que heredó de un tío y, pese a la apariencia idílica y apacible del lugar, pronto se encuentra con un asesinato entre las manos. Mientras intenta acostumbrarse a su nueva situación y a sus nuevos compañeros, el apático Marius, con fama de atraer la mala suerte, Fabienne, la avispada y temperamental especialista en informática o Aveline Vialaron-Allègre, la juez de instrucción, una mujer tan atractiva como peligrosa, Blanc deberá apresurarse en resolver el asesinato si quiere evitar más muertes en el fragante paisaje provenzal.