¿Sabes qué?
¡Se acabaron tus tardes de videojuegos con los amigos! ¿Me entiendes? ¡Se acabó!
Pero.
Pero si eras tú la que querías probar el juego.
Pues sí, eso me gustaría, pero con un gilipollas como tú no se puede jugar.
El prólifico y versátil Bastien Vivés (El gusto del cloro, Polina) se adentra esta vez en el mundo de los videojuegos, y en clave de humor trata asuntos que todo buen aficionado ha vivido -o sufrido- alguna vez en sus propias carnes.
Novias que quieren saber que es eso, padres que se apropian de las consolas de sus hijos para jugar ellos, juegos censurados por las mentes bienpensantes, difíciles elecciones ¿juegos o chicas?, programadores que todavía no saben que las chicas juegan también.