Esta obra describe y ejemplifica la experiencia religiosa de la Antigua Roma, así como el marco en que se desarrolló. A partir de las fuentes conservadas, se reconstruye la praxis ritual del pueblo romano, basada en actuaciones cultuales codificadas y establecidas por la tradición. Plegarias, himnos, votos, ofrendas, sacrificios, banquetes sagrados, ceremonias adivinatorias, lustraciones, etc. todo contribuía a mantener la paz con las divinidades y a asegurarse su tutela en cualquier acción pública o privada que el individuo deseara emprender. Alejada de planteamientos metafísicos de alto vuelo, la religión romana se centró en la resolución de los problemas cotidianos que afligían entonces ?y afligen todavía hoy- al común de los mortales.