Nos encontramos ante una mujer, Lou Andreas-Salomé (San Petersburgo 1861- Gotinga 1937) que ocupó en Europa un lugar destacado en el mundo del pensamiento de principios del siglo XX. Su fulgurante presencia y agudísima inteligencia cautivó a algunos de los más notorios pensadores y artistas de la época, como Nietzsche, Rilke y Wagner, sin perder su libertad. Todo esto la llevó al decisivo encuentro con Freud. Enfrentada a los tabúes que la destinaban a la vida familiar o, en todo caso, a ser musa inspiradora, nos dejó la lúcida huella de una vida plena en novelas y ensayos donde el amor, los prejuicios y el erotismo tienen un lugar relevante.