Jules Leclercq hace alarde de un espíritu de observación sorprendente retratando a personajes y tipos populares curiosísimos, se extasía en la indagación y análisis de usos y costumbres con penetrante sentido crítico, y detiene su atención en los temas etnográficos: calles, casas, fiestas populares, actividades y oficios, indumentaria, alimentación, etc. Uno de los capítulos más apasionantes del libro es la ascensión al Teide; la descripción del panorama que contempla desde el Pico producen auténtica emoción. El doctor Rumeu de Armas considera que Leclercq es para Canarias «el primer turista y el primer escritor de turismo».
Capítulo I - Las Islas Afortunadas
Capítulo II - La travesía
Capítulo III - Santa Cruz de Tenerife
Capítulo IV - A través de la isla
Capítulo V - La Orotava
Capítulo VI - El Puerto
Capítulo VII - El Jardín de aclimatación de Tenerife
Capítulo VIII - Aguamansa
Capítulo IX - Los jardines de las Hespérides
Capítulo X - La Rambla de Castro
Capítulo XI - Icod de los Vinos
Capítulo XII - Garachico
Capítulo XIII - Ascensión al Pico de Tenerife
Capítulo XIV - En la cumbre del Pico
Capítulo XV - Tacoronte
Capítulo XVI - Los guanches
Capítulo XVII - Tejina
Capítulo XVIII - Taganana
Capítulo XIX - Anaga
Capítulo XX - Gran canaria
Capítulo XXI - Lanzarote