Santiago Quemada, el autor de Via Crucis... con ojos de niño, dice en el Prólogo cómo se elaboró y lo que se propuso: Su origen fue una clase de niños pequeños... la profesora de religión les habla de la Pasión del Señor; luego les invita que se metan en ella como si se tratara de una película. Los niños, llevados por la curiosidad típica de esa edad, se acercan al camino del Nazareno....
Quisiéramos ayudar a otros muchos niños, y no tan niños, a hacer lo mismo: a contemplar la Pasión, desde una perspectiva distinta... con ojos de niño.