Evadirse de una realidad sombría,
donde se cifra la imagen de la vida;
al corriente de los seres y de las cosas,
que desean de otro modo sentirlas.
Paisajes del espíritu del poeta, el amor
que se desprende, tan bello en el silencio,
dar sentido, ante la premura del tiempo,
de la lluvia y el sol sobre la tierra,
el rumor del agua fugitiva, en la siembra.
Del surco donde empezaba la primavera,
cubriéndose de hojas, esperando el otoño
áureo y hondo, esperando el invierno,
que Dios hizo para todos.