Besarte es el mejor de los versos
que puede escribir el poeta más loco y
enamorado cualquier catorce de febrero.
Mientras ocurre eso,
cuento cada uno de los rizos
que tiene tu pelo,
me pierdo entre ellos,
y me entretengo dibujando
los lunares que adornan tu cuerpo
cuando no me miras,
mientras estás durmiendo,
y a mí me vistes la cama.
Por no decir que lo que me alegras
es la vida entera con una mirada,
y un par de sonrisas en cualquier esquina
cuando nadie mira.
Soñarte,
vivirte,
dormirme en tu pecho
para después sentirte,
tocarte,
besarte,
escribirte el mejor de mis versos y
por un momento, llegar a enamorarte.
Eso es arte, y no los poemas
que cada noche te escribo,
cuando me voy a dormir.
Y sin querer, pero queriéndote mucho,
eso siempre, no puedo parar de pensarte,
y hasta que Morfeo me visite de nuevo
me dedico a contar los días que me quedan
por tachar hasta volver a verte.
Pero versarte, mi amor,
versarte, eso siempre,
hoy y todos y cada uno de los diecinueve.