Caben pocas dudas de que existe un antes y un después de 1988 para la Historia de Madrid. Ese año, el Equipo Madrid de Estudios Históricos, de la Universidad Autónoma de Madrid, dio a la luz dos de sus principales obras: las Primeras Jornadas sobre Fuentes Documentales para la Historia de Madrid y el libro Carlos III, Madrid y la Ilustración. Contradicciones de un proyecto reformista, que se celebraron o editaron en esa fecha. En ambas publicaciones, un grupo de investigadores interesados en desmontar buena parte de los tópicos vertidos sobre la ciudad que albergó la Corte desde 1561, mostró que era posible hacer otra historia, que aunara atracción por el pasado, rigor científico y capacidad crítica.