Una serie de personajes estrambóticos aparecen de repente en un edificio de la calle Quiénsabe con historias para partirse de risa. Cada uno esconde un terrible problema, pero siempre hay un vecino dispuesto a echarle una mano.
Tras las soluciones tan originales de los vecinos aparecen sentimientos de convivencia y solidaridad que nos recuerdan como todos tenemos siempre la llave para ayudar a alguien que lo necesita.