Guido Crepax, uno de los maestros del cómic italiano, creó en 1965 a Valentina, un personaje secundario que pronto se convertiría en la protagonista absoluta de historias oníricas y aventuras con pequeñas dosis de erotismo. Un personaje extraordinario, un ángel edificante que no conoce moralismos ni hipocresías. Incluye La curva de Lesmo, una historia inédita en España.