María Teresa Álvarez, otra asturiana de pro, recupera a esta gran figura olvidada y nos regala una novela apasionante en la que descubrimos a una mujer devota y generosa que hizo grandes donaciones a la catedral de Oviedo y al monasterio de San Pelayo; pero también a una mujer fuerte y ambiciosa, que un mundo de hombres intentó conseguir la independencia de Asturias.