La investigación se desarrolla en plenas fiestas de Bilbao, en su Semana Grande. Esto permite a la autora retratar el ambiente festivo, desenfadado y alegre de la ciudad por un lado, y por otro, esa otra cara, escondida a simple vista y que, sin embargo, está ahí: vidas truncadas, relaciones inconfesables, sórdidas y muerte. También Donostia, la Bella Easo, es escenario de una parte de la trama. Ambas ciudades en espléndida e inefable armonía, junto a Urdaibai, son los espacios por donde circulan los más intrigantes y oscuros personajes, sometidos a sus pasiones, prisioneros de sus vidas y llenos de dolor.