El capitán Pierre Dammartin era un hombre de honor, pero su prisionera, Josephine Mallington, la hija de su peor enemigo, era para él una peligrosa tentación. Era la mujer a la que debía odiar y sin embargo su inocencia le daba esperanza a su espíritu herido. Josephine sentía que el capitán la despreciaba y la deseaba a la vez. Aunque debía temerlo, no podía ignorar la atracción mutua. A medida que la Guerra de la Independencia se recrudecía, parecían diluirse las barreras que los separaban?