Instauración de la República en abril de 1931. El punto culminante de ese proceso fue la Revolución de abril, una combinación de un resultado electoral, la iniciativa de un Comité Revolucionario y una fiesta de soberanía en la calle, en cuatro días que asombraron al mundo. Resultó una obra de arte, sin experiencia equivalente en la historia española de los cien años anteriores.