Una revolución de papel es la historia de un pueblo domesticado durante décadas que se subleva y se quita la mordaza. Es también la historia, entre otros muchos personajes, de Egocheaga, el líder obrero carismático y, por tanto, la bestia negra de la Compañía; y de Browning, el director general al que se le conoce como «el rey de Huelva» y cuya única obsesión es acabar con el Sindicato. Pero no es una historia cualquiera. Mira al pasado de Riotinto desde abajo y aspira a rescatar la experiencia de aquellos mineros perdedores, sus vías muertas y sus causas perdidas. En comparación con la planificación empresarial británica, sus ideales comunitarios eran fantasías y sus conspiraciones insurreccionales, temerarias. Fueron ellos, los obreros de Riotinto, los que vivieron aquellos tiempos de agudos trastornos sociales; soñando con una vida mejor, libres al fin del implacable látigo inglés.