¿Puedes imaginarte algo más bello que encontrarte una nube blanca en la cama? ¿O algo más divertido todavía: hacer los deberes con un gorila? ¿O escuchar a los peces por la noche? Y, naturalmente, lo más bello de todo es poder contar y escuchar esas y otras historias mientras tus piernas se bambolean sentada en un árbol.
Heinz Janisch nos embruja con sus breves y poéticas historias sobre la riqueza de la fantasía en los niños e Isabel Pin atrapa esa poesía con sus ilustraciones de una forma única, inconfundible.
Hoy estoy sentada en el árbol más bello del mundo.