Si había un bebé... tendría que haber una boda
Increíblemente rico y solicitado, Rafaelle Villani estaba acostumbrado a amar y después abandonar a las mujeres. Pero su libertad se vio de pronto restringida por una cándida fotografía que daba a entender que el codiciado soltero por fin había caído rendido a los pies de la inocente Rachel Carmichael. Unas horas después, toda la prensa afirmaba que estaban prometidos...
Rafaelle no perdió el tiempo en intentar seducir a su falsa prometida y, veinticuatro horas después, Rachel estaba en sus brazos... Y sospechaban que podía haberse quedado embarazada. Hasta estar seguro de si iba a ser padre, Rafaelle exigió que ella fingiese ser su prometida...