La difícil y arriesgada propuesta de crear una novela que contenga mensajes de móvil, partidos del Ajax, un ménage à trois , un cáncer terminal, un viaje por Europa, un amor incondicional, una eutanasia que libera y una hermosa niña vestida de princesa con alas para festejar su tercer cumpleaños es lo que la hace única.
Por eso, leer Una mujer va al médico es una experiencia tan intensa, porque toca todas las cuerdas del alma humana.