Con estas palabras inicia Michèle Petit este conmovedor relato. Su lectura es una invitación a celebrar los asombrosos caminos por los que las palabras escritas nos ofrecen posibilidades para descubrirnos, inventarnos y (re)construirnos.
Michèle Petit desenrolla aquí el hilo rojo de sus lecturas de la infancia y la adolescencia, consecuencia de encuentros fundamentales con las palabras y las imágenes, en una exploración íntima de los acentos universales. Su recuento, sensible y elevado, cara oculta de su trabajo de investigadora, es una invitación a construirse reencontrando sus emociones de infancia.
Michèle Petit es antropóloga de la lectura.
Desde hace más de diez años ha investigado la lectura en diversos medios (tanto rurales como urbanos) de Francia, América Latina y otros países, privilegiando la experiencia íntima y única de los lectores.
Su escucha atenta la condujo a estudiar el papel de la lectura en la construcción del ser, particularmente en lugares que se encuentran en crisis.
Su obra es ampliamente conocida en lengua española, tanto en España como en América Latina, donde ha contribuido a la renovación del pensamiento sobre la formación de lectores.