Ryder no solo quiere a Mary por esposa por su encanto, su fuerte temperamento y lo tentadora que es, sino porque ve en ella la valiosa promesa del futuro que podrían crear juntos. Cuando el destino y las circunstancias le dan la oportunidad de convertirla en su marquesa, lo hace sin dudarlo, pero entonces se da cuenta de que lo que realmente desea no es tomarla por esposa sin más, sino adueñarse de su corazón.