Los cuentos maravillosos provienen de la noche de los tiempos. Pasan de una generación a otra y se mantienen tan sugerentes y nuevos como en sus orígenes. Son casas de palabras, refugios frente a las angustias y el dolor. Crean un lugar para vivir, al tiempo que permiten habitar el mundo. Una casa de palabras es una intensa y singular meditación acerca de ellos.
Una obra de feroz actualidad justamente por ir a contracorriente de la cultura prevaleciente en nuestro tiempo.