Un verdadero ángel. Con su impresionante belleza latina, Angélica de Campo estaba más que a la altura de su apodo de Ángel. Pero el guapísimo Jake McCord no conseguía estar seguro de si su nueva empleada era un ángel o una tentación.Por eso su relación debía limitarse al plano profesional. El problema era que, cuanto más cerca trabajaban, más difícil les resultaba luchar contra la atracción que sentían el uno por el otro. Un malentendido. Cuando Lang Forsyth descubrió a su socio cenando con la que obviamente era su amante, supo que debía tener cuidado; sobre todo porque él también sentía algo por aquella bella mujer... Ni siquiera cuando se enteró de la verdad pudo dejar a un lado toda su desconfianza. Estaba seguro de que Eden Sinclair no podía ser tan inocente como aparentaba. Lo único que podía hacer era acercarse más a ella y tratar de descubrir todos sus secretos...