Tercero de la serie. Sebastian Stone, príncipe heredero, empresario millonario y soltero viajero necesitaba que su secretaria, Tessa Banks, le organizara la vida, y ella lo hacía con facilidad desde su despacho de Manhattan. Por eso, cuando Tessa anunció que se iba, Sebastian recurrió a su mejor arma: la seducción.La encandiló con joyas y flores en su palacio bañado por el sol y le regaló placeres sensuales que hicieron las delicias de Tessa. Pero cuando terminaron las dos semanas de aviso, Sebastian descubrió que su plan había fracasado: se había enamorado de una mujer que nunca se casaría con él.