La Guerra Fría ha sido condenada por unanimidad. Al período que va desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta la disolución de la URSS, en 1991, se le otorgó un carácter amenazante y perverso fruto del enfrentamiento entre el bloque occidental y el soviético. El Nuevo Orden Mundial nacido del triunfo del capitalismo sobre el socialismo real debía conducir hacia un inapelable avance en seguridad, libertad, derechos humanos y democracia.
Cotejar ambas épocas con indicadores como amenaza nuclear, criminalidad, justicia social, homofobia... no solo proporciona evidencias, sino que suscita un balance moral. Ha pasado suficiente tiempo para hacer dicho balance entre la Guerra Fría y el convulso mundo heredado de la War on terror, iniciada en 2001. Chomsky se ha referido a la «crisis moral» que atraviesa este siglo XXI y el presente libro quiere ahondar en esta percepción compartida por tantos. El mundo podría y debería haber sido mejor, dados los avances técnicos y en derechos humanos de las últimas décadas. Es difícil realizar un balance netamente positivo.
La historia se analiza con datos, se comprende con ideas, pero se valora y recuerda, al final, por su aportación al bien de la humanidad. Nuestro sentido crítico debe responder si este es el caso del mundo contemporáneo.