Si te vas a enamorar de un vampiro, asegúrate de que será un mordisco para recordar...
La cuarta entrega de la saga romántica de los hermanos Argeneau.
Regla número uno:
No mantener nunca una relación con alguien que no va a estar ahí cuando salga el sol.
La que antaño fuera ya mordida, tímida y sexy investigadora privada Jackie Morrisey no quiere volver a esa situación de nuevo. Vincent Argeneau es probablemente el hombre más atractivo del mundo, vivo o muerto, pero ella está aquí para detener al asesino que quiere convertir al vampiro en cenizas y no para abalanzarse sobre su cama.
Regla número dos:
No besar nunca a un vampiro... puede suponer un gran dolor en el cuello.
Vale, Vincent ha tenido cuatrocientos años para mejorar sus habilidades para besar, y lo cierto es que resulta muy tentador verle pasearse sin camiseta por la casa. Y también es encantador, y protector... ¿He mencionado ya lo bien que besa? Jackie necesita mantenerse en guardia, o tendrá que formular una nueva regla: Si te vas a enamorar de un vampiro, asegúrate de que será un mordisco para recordar.