A sus trece años, Nick Donner creía que valía la pena meterse en problemas para conseguir que su madre, Lucy, conociera mejor a Logan, el hijo del juez Kincaid. Tenía la esperanza de que llegaran a enamorarse.Para el frágil corazón de Lucy, era mucho más fácil y seguro que Nick siguiera siendo el único hombre de su vida. Y Logan tampoco estaba dispuesto a comprometerse ni a tener nada serio con una mujer.Pero ninguno de los dos podía negar la atracción que existía entre ellos y se pusieron en manos del destino. ¿Qué daño podía hacerles tener una pequeña aventura? Lo que no sabían era que quien manejaba los hilos no dejaría nada al azar.