Lo había contratado como empleado... pero ahora quería contratarlo como esposo?
El imperio financiero de su padre se derrumbaba y la señorita Rachel Bradford estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por salvar el buen nombre de su familia? Incluso ofrecerle al asesor financiero Mitch Kincade una habitación de su casa? ¡y cuatro veces su salario habitual! Abandonado en un orfanato, Mitch había luchado con denuedo para ganarse la riqueza de la que disfrutaba. Pero todo empezó a cambiar cuando Rachel lo tentó con su posición social? y con su cuerpo.