Aprender Tarot es fácil. Lo difícil es hacerlo rápido acumulando los máximos conceptos posibles, que si bien, todos son ciertos, no es menos cierto que no podremos aplicarlos como si de una fórmula matemática se tratara, ni a todas las preguntas, ni en todas las posiciones sin el peligro de confundirnos. Necesitaremos una base sólida y sencilla en la que apoyarnos para encontrar el significado que mejor se adapte a la consulta realizada, y a la posicón que ocupe cada uno de los arcanos dentro de la estructura de lectura. La confianza que depositarán en nosotros los consultantes en su búsqueda del consejo y ayuda, no debe ser traicionada. Tenemos el reto de unificar la percepción, la intuición, el conocimiento y la técnica, es ahí donde reside la dificultad, pero si lo logramos la magia del universo de desvelará ante nosotros.