Hay semanas que resumen una vida entera y nos cuentan de nosotros más de lo que querríamos saber. Un mal secreto arranca un lunes cualquiera, mientras Mary Rose MacKinnon está sentada en la mesa del desayuno de su casa, y acabará en domingo, pero en estos siete días el caos del día a día y los recuerdos de infancia se irán trenzando para dar la imagen de un mundo donde caben la comedia y el drama.
Bien mirado, Mary Rose algo de responsabilidad tiene en todo eso; es ella quien ha decidido dejar de lado su carrera para dedicarse a sus hijos, Maggie y Matthew, dos criaturas que tendrá que cuidar sola mientras su compañera Hilary está de viaje por trabajo. En general, todo parece dispuesto para lo mejor, pero hay detalles que duelen: ¿nadie se ha fijado en la abolladura de la nevera?, ¿cómo es posible que Maggie aparezca de repente con unas tijeras en la mano?, ¿dónde está el maldito mando del coche...?
La voz cansada y lejana de Hilary que llama por la noche no basta para recobrar el equilibrio y la presencia de sus padres, que invaden la casa con tiernas extravagancias, devuelven a Mary Rose a un momento del pasado, a una oscura enfermedad y un mal secreto que la familia decidió borrar de su historia.
Lunes, martes, miércoles... la vida transcurre y la espléndida prosa de Anne-Marie MacDonald cose los retales del presente y del pasado perdido con el talento de una maestra.
«Mirar la vida como si estuviera cortada a cachos es muy difícil, pero tiene una ventaja: no te hace falta saber cuánto pesa la mochila que llevas cargando en la espalda.»
Ann-Marie Macdonald
Críticas:
«Grande, perturbadora y valiente novela.»
New York Times Book Review
«Cautivadora# La robusta narrative de MacDonald construye un fascinante análisis de la soledad y la impotencia a menudo absurda de ser padre en solitario.»
Publishers Weekly