Argumento de Un Día de Aquel Invierno
Encuadernación: Rústica con solapas
Cerca de Milán, en Villanova, vive desde hace tres generaciones la respetable familia Cantoni, propietaria de una grifería que lleva el mismo nombre. La empresa familiar la fundó Amilcare, un campesino que heredó la fábrica de grifos de su mujer, la aristócrata Bianca Crippa.
Los Cantoni son, aparentemente, personas sencillas, pero en realidad todos esconden secretos que han marcado sus vidas, dejando cicatrices que el tiempo no ha curado. La regla por la que se rigen los Cantoni es simple: sobre ciertos temas vale más no hablar, por mucho que todo el mundo los conozca.
Un día entra en escena Léonie Tardivaux, una joven francesa que se casa con Guido Cantoni, el único nieto de Bianca Crippa y Amilcare Cantoni. Léonie se integra tan bien en la familia que asimila todas sus costumbres, incluida la ley del silencio sobre algunos aspectos de su vida.
Léonie se demuestra como una esposa ejemplar, una madre atenta, una empresaria con mucho talento y capaz de pilotar la empresa con éxito en el hostil mar de la recesión económica.
Y mientras tanto, ella también cultiva su secreto: cada año, el 22 de diciembre, lo deja todo y se refugia en un romántico hotel en el lago de Como con un misterioso médico francés. Un único día al año, durante más de treinta años.1