Tras mi última aventura, y después de la triste ruptura con Ranabel, mi novia, mi ojito derecho, mi amorcito, mi cuchicuchi, creo que ha llegado el momento de dejar de detectivear. Lo sé. Es difícil de creer, ¡pero me merezco un respiro!
Sin embargo, está claro que los criminales no descansan, y pronto me llega un nuevo encargo. ¿Seré capaz de mantenerme lejos de un nuevo caso?