Desgraciadamente, Zane Nicholson, un vaquero muy sexy, no se mostró particularmente emocionado con la llegada de una urbanita como ella.
Lo que Phoebe sabía sobre la vida de un rancho no llenaría ni un sombrero vaquero, pero su risa era tan seductora que hasta los animales se enamoraban de ella. Un momento de debilidad condujo a Zane a un apasionado beso que le convenció de que Phoebe era, exactamente, la clase de mujer que un soltero empedernido debía evitar.
En sus brazos, Phoebe descubrió que, en el fondo, era una mujer de campo. Sin embargo, por mucho que sintiera que Fool?s Gold era su hogar, no podía quedarse a menos que Zane la amara. ¿Pero estaría aquel vaquero interesado en una relación permanente?