Cada día más, educadores, familias y agentes sociales coinciden en el papel relevante de los Servicios de Orientación: son la pieza clave para detectar a tiempo cualquier problemática educativa o personal en los alumnos y asesorar al profesorado y a las familias. Es cada vez más importante también la intervención orientadora para prevenir las dificultades de aprendizaje, anticiparse a ellas y evitar en lo posible fenómenos tan indeseados como el abandono, el fracaso o la inadaptación escolar. El orientador desempeña por otra parte un papel fundamental al ayudar al alumno en sus tomas de decisiones respecto a sus itinerarios académicos y profesionales, favoreciendo su autoconocimiento, proporcionándole información sobre las diferentes opciones y facilitándole contactos con el mundo del trabajo.