Todos tenemos diez dones maravillosos a nuestro alcance. Siempre han estado ahí y siempre los tendremos con nosotros. Por duras que sean las circunstancias, todos poseemos en nuestro interior lo necesario no sólo para salir adelante, sino también para obtener la felicidad.
Todos pasamos por experiencias de pérdida, por momentos de desesperación. Las palabras de la autora nos recuerdan que, en nuestro interior, tenemos algo maravilloso, unos dones divinos que nos llevan tener fe en la vida, en nosotros mismos y en los demás.
La autora sufrió las consecuencias de un desastre natural (una inundación) y se dió cuenta de lo que verdaderamente es importante y valioso en esta vida. No es lo que tenemos o lo que nos falta lo que nos hace felices o infelices, sino lo que poseemos en nuestro interior.
Todos, a lo largo de nuestra vida, hemos sufrido algún tipo de "desastre"; ya sea causado por la Naturaleza, por un divorcio, una enfermedad o cualquier otra situación.