Primera novela de Juan Eslava, ofrece a los lectores una regocijante historia muy próxima a la mejor tradición de nuestra picaresca. En efecto, en ella se nos narran, en primera persona, las peripecias escolares de Vicentito González, quien al conjugar las inolvidables anécdotas de su aventura educativa, primero en diversas escuelas rurales y más tarde por varios colegios de ciudad, deja también constancia de aquella España sórdida, retrógrada e intransigente que, con enorme dificultad, trataba de superar los traumas de una sangrienta guerra civil.
Como señala el profesor López Quero en su palabras preliminares a esta edición, Juan Eslava, ya desde ésta su primera novela se prodiga como virtuoso del lenguaje, con unas «cualidades idiomáticas que trascienden la mera funcionalidad comunicativa, mostrando una maestría indudable en el arte de narrar». De este modo, con esta obra, «delicia del género escolar», ensayaba la técnica que dieciocho años más tarde le haría justamente famoso al ser galardonado con el premio Planeta.