Argumento de Tristeza del Mundo,la
«A mí me ha pasado muchas veces algo que seguramente le habrá pasado a cualquier lector [...]. He oído, al entrar en la librería, la campanita de la puerta; he sentido [...] la ilusión, la promesa [...]. Pero también algo que es mucho peor: la compañía que a la propia ilusión le suele hacer, según va pasando el rato en la tienda, una especie de pesadumbre [...]. Es la desazón ante el exceso, ante la inflación de ruido humano en la que ya todo se nos presenta extraño, ajeno, como en la soledad que se siente entre el griterío de la multitud. Una desazón, en definitiva, de carácter político».1